Blakely Foxx está teniendo uno de esos años.
Su divorcio ha finalizado hace unos meses, pero su ex ya está comprometido con alguien de la mitad de su edad. Su jefe más joven está decidido a sabotear su oportunidad de conseguir el ascenso que se merece. Y para empeorar las cosas, está a punto de cumplir los 4 años. No hay suficiente vino o helado en el mundo para convencerla de que las cosas cambiarán.
Cuando Blakely conoce a Slade Henderson, se pregunta por qué un cirujano cardiotorácico de treinta y pocos años, más sexy que el infierno, se interesa por ella.
Le han advertido que le romperá el corazón, pero está dispuesta a correr el riesgo. No sólo la ayuda a conseguir ese ascenso, sino que en el proceso la anima a encontrar las partes de sí misma que ha perdido en los últimos años.
Slade le muestra que los chicos buenos realmente existen, pero ¿quién iba a decir que lo más difícil de cumplir los cuarenta años sería darse cuenta de que el hombre que creías que era un rebote, es en realidad tu feliz para siempre?
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